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jueves, 24 de diciembre de 2009

Dormir junto una mujer…

Dormir junto una mujer…

En el espectro mundano que nos asomamos, decimos que dormir con una mujer es implícitamente tener sexo o hacer el amor, mas el amor se hace sin sexo y muchas de las veces y tristemente el sexo sin amor, dormir junto a una mujer no debe ser siempre síntoma de deseo sexual, al contrario debe ser oportunidad para el deseo, ese que nace del verbo eterno, creerán los que leen esto que estoy hablando cursilerías o majaderías que se disponen a ganar aplausos, pero hablo la verdad, dormir junto a una mujer es la definición exacta de placer, del que mueve paredes y reubica montañas, más allá de los fibrosas y alambicas sensaciones que da el sexo por sí solo, es esa oportunidad de sentir la tibia cabeza femenina contra el pecho aplastando todas tus creencias, y es que ese Dios que tantos nombres tiene y que asemeja a la figura del hombre, debe ser muy sabio y bondadoso, para dejarnos a nosotros los mundanos abrazar una espalda caliente, dejar caer besos madrugones sobre el cuellos, apretar las manos enlazadas como para sentir que no nos vamos a caer, compartir las piernas y hacerlas un par en medio del juego de la luna,…dormir junto una mujer es una bendición, es casi como amarla con el corazón, es un agravio frío y sincero a nuestra errónea manera de pensar, es dictar las leyes que en la cama tienen que existir, dormir junto a una mujer es desear que la las hora pasen lento, es no querer cerrar los ojos para no perderse ningún momento, es dar el beso sin número y decir todo sin remordimiento, dormir junto a una mujer debe ser para un hombre el “ te amo” de los cuerpos, el exilio del tiempo y la oportunidad de soñar, de soñar una vez por todas, que mas da el frío más agudo o la tormenta mas interminable si abrazas en una cama a una mujer desnuda y digo desnuda por que así aprendemos a amarnos más y mejor, desnudándonos de adentro para fuera, dormir junto a una mujer es sentir el amor de madre, de hija, de esposa, de amiga en un solo abrazo, es una escultura de debilidad que nos da fuerza, es la oportunidad exacta de saber por que se vive y gritar en media oscuridad, es darse cuenta que en los brazos y soñando tengo atrapada mi felicidad, mis ganas de sentir y vivir, dormir junto a una mujer caballeros es una bendición que nos perdemos solo por el hecho de creer que ya lo tenemos o peor aún que ya lo hicimos, dormir junto a una mujer no debe ser sinónimo de sexo, debe ser practica del amor….lo demás es añadidura.

Pablo Morales 13/12/2009
TADS

TE AMO


Invierno era
Con veranos en las gotas
Y tus ojos en mis manos
De extraños que miraban
Tu manera de mirarme
De mujeres que velaban
Ese verbo tan hermano
Yo palpitando como nunca
Custodiándote las manos
Te mire fijamente
Me arrancaste un te amo
Te mire nuevamente
Y el “te amo” se hizo humano

JPM 2009